La Soledad

Bueno, pues aqui empiezo mi particular forma de ver la vida. La verdad el tema puede parecer triste, bueno la verdad que lo es, ya que todo el mundo intenta evitar la soledad. Unicamente queremos verla en los momentos malos de la vida. Algo que por cierto debe ser al reves, de esto solo te das cuenta, cuando terminas explotando, la verdad si alguno no se ha dado cuenta lo digo por experiencia propia.

Aun asi, es necesaria. En esos momentos te das cuenta de lo afortunado que eres, que hay que seguir adelante, y mirar atras para ver las cosas buenas de la vida. Amargarse solo sirve, para conseguir que los mas cercanos a ti terminen amargandose, y en realidad lo unico que consigues es terminar mal todo el mundo, y al final terminas tu sintiendote peor que antes. Asi que desde aqui pido perdon a todo el mundo que le haya podido afectar y hago un llamamiento a todo el mundo a que sea feliz e intente no quedarse con las cosas malas de esta vida.

Para terminar os pongo una oda a la soledad de Jose Angel Valente, y direis ¿quien es este?, pues la verdad no lo se, pero me gusta la oda:

Ah soledad,
Mi vieja y sola compañera,
Salud.
Escúchame tú ahora
Cuando el amor
Como por negra magia de la mano izquierda
Cayó desde su cielo,
Cada vez más radiante, igual que lluvia
De pájaros quemados, apaleado hasta el quebranto, y quebrantaron
Al fin todos sus huesos,
Por una diosa adversa y amarilla
Y tú, oh alma,
Considera o medita cuántas veces
Hemos pecado en vano contra nadie
Y una vez más aquí fuimos juzgados,
Una vez más, oh dios, en el banquillo
De la infidelidad y las irreverencias.
Así pues, considera,
Considérate, oh alma,
Para que un día seas perdonada,
Mientras ahora escuchas impasible
O desasida al cabo
De tu mortal miseria
La caída infinita
De la sonata opus
Ciento veintiséis
De Mozart
Que apaga en tan insólita
Suspensión de los tiempos
La sucesiva imagen de tu culpa
Ah soledad,
Mi soledad amiga, lávame,
como a quien nace, en tus aguas australes
y pueda yo encontrarte,
descender de tu mano,
bajar en esta noche,
en esta noche séptuple del llanto,
los mismos siete círculos que guardan
en el centro del aire
tu recinto sellado.