Pero bueno, estas cosas pueden pasar, pero ya llegas al partido y terminas con golpes por todos lados. Uno en la cara, otro en la espinilla ladeado, etc. En fin que salí como de un campo de batalla del partido, con dolores por todos lados, y encima con el resultado final de partido perdido, habiendo jugado un mal partido.
El sábado uno más, después de la juerga mantenida el jueves, la comparación es inevitable y los jueves son mucho jueves, jejeje. Y además si son por Donosti y con extranjeros, mucho mejor (por el tema de variar y salir de la rutina). A lo que iba el sábado pronto a la cama, ya que sino se como son los partidos de domingo de resaca.
El domingo me levanté con pocas ganas de meterme en la cocina, pero bueno tenía que hacer la comida para los días venideros en San Sebastian, para así no tener que cocinar los primeros días. Tras comer a toda prisa por que se me hacía tarde, llega la hora del partido. El partido en si, no jugamos mal el equipo, en mi caso un partido discreto, contribuyendo en todas las

Así que ya veis que después de la tempestad, no tiene porque venir la calma. Eso si, como comente anteriormente, no tenía el ancla echada, y no encontraba sitio para encajar, pues parece ser que el ancla no encaja, pero el velero se ha encallado en un arrecife.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esribe lo que quieras que para esto es, pero por favor, te pido que lo hagas con educacion y sin faltar al respeto